Debate del grupo de trabajadores del Comité Económico y Social Europeo sobre los retos económicos de la UE

Esta tarde he participado en un interesante debate sobre los retos económicos de la UE y la recuperación de Europa de la crisis provocada por la pandemia del COVID-19 organizado por los trabajadores del Comité Económico y Social Europeo (CESE). En este debate -moderado por el periodista Jorge Valero, introducido por el presidente del área económica y de cohesión del CESE, Stefano Palmieri, y en el que he compartido cartel con Colin Crouch, catedrático emérito de la Universidad de Warwick y mi compañera eurodiputada socialista Aurore Lalucq- hemos tenido ocasión de abordar distintos asuntos como el paquete de recuperación de la UE o la decisión de recursos propios.

En relación con el paquete europeo de recuperación, he empezado por diferenciar dos fases dentro de la respuesta de la UE a a la crisis del coronavirus: una primera, cuyas decisiones políticas se tomaron antes del verano, destinada a permitir a los Estados miembros adoptar medidas para frentar el impacto económico del confinamiento; y una segunda, en la que se enmarcan el fondo de recuperación, Next Generation EU, financiado con deuda comunitaria, y el Marco Financiero Plurianual 2021-2027.

En ese sentido, y ante el interrogante de hasta qué punto esta emisión de deuda europea puede suponer un momento hamiltoniano para la Unión, he subrayado la importancia de la cesta de recursos propios. Estos nuevos impuestos europeos, para cuya implementación ya han alcanzado una acuerdo el Parlamento y el Consejo, serán clave para definir si la emisión de deuda comunitaria se mantiene como algo temporal o si, por el contrario, adquiere con el tiempo un carácter permanente.

Ese último escenario, que sería el más deseable y el que iría más allá desde el punto de vista de la integración europea, supondría la consolidación de un pilar fiscal desde que la Unión Económica Europea adolece desde su creación. Esto permitiría gestionar el ciclo, algo que también está relacionado con la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, prevista para el año 2022. Un momento en el que, sin duda, contaremos con más certidumbres sobre el futuro económico de la Unión Europea.

Este ha sido, sin duda, un debate completo en el que hemos podido intercambiar puntos de vista sobre el presente y el futuro de la situación de la economía en la UE, y los retos a los que nos enfrentamos. ¡Hasta la próxima!

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