Diálogo sobre el camino hacia la unión fiscal europea

Desde su creación, la Unión Económica y Monetaria (UEM) europea adolece de un pilar fiscal que complete a la política monetaria común y permita gestionar el ciclo. El camino hacia la unión fiscal europea ha centrado el diálogo, organizado por el Consejo Federal Español del Movimiento Europeo (CFEME), en el que he participado esta tarde junto al expresidente del Parlamento Europeo y presidente de honor del CFEME, José María Gil-Robles.

En mi intervención inicial he subrayado que las medidas -a mi juicio profundamente equivocadas- utilizadas para revertir la crisis finaciera que comenzó en 2008 consiguieron superarla pero a costa de una enorme pérdida de credibilidad para la Unión Europea. Además, alejaron la creación de una unión fiscal, cuya construcción se contemplaba ya desde la propia firma del Tratado de Maastricht.

La legislatura en la que el luxemburgués Jean-Claude Juncker presidió la Comisión Europea (2014-2019) supuso una transición, en tanto que en este periodo se empezó a observar una cierta reorientación de la política económica. Por ejemplo, el tercer rescate a Grecia incorporaba un enfoque distinto, al introducir medidas encaminadas a apoyar el crecimiento económico del país y no solo a devolver la deuda pública.

Aunque en ese periodo 2014-2019 se obervaba ya una cierta evolución, el gran cambio se produjo ya en la presente legislatura europea, con la alemana Ursula Von der Leyen como presidenta de la Comisión. Un cambio muy acelerado por el estallido de la crisis de la COVID-19. La puesta en planta del ambicioso plan de recuperación de la UE y la creación del programa Next Generation EU, a partir de la propuesta del Parlamento Europeo en sendas resoluciones en abril y mayo de 2020, está concebida como una medida puntual dirigida a apoyar la recuperación económica en la UE y su modernización. Sin embargo, la emisión de 750.000 millones de euros de deuda comunitaria permite ser moderadamente optimistas ante la creación de una unión fiscal europea. Como he explicado, es un paso adelante que puede ser hamiltoniano pero que exigirá mantener la presión de los federalistas europeos para dotar a la Unión Europea de ese pilar fiscal del que actualmente adolece.

Además, para finalizar he subrayado que a este gran paso del programa Next Generation EU se suma la revisión de las reglas fiscales, que se espera en los próximos meses. Por otro lado, es muy importante armonizar algunos impuestos, fundamentalmente aquellos impuestos que tengan bases imponibles más móviles.

Ha sido un placer compartir esta tarde con los amigos y amigas del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo. ¡Hasta pronto! Y mientras tanto… Seguimos trabajando por una Unión Europea federal. Te dejo, asimismo, el vídeo de la sesión completa por si quieres volver a verlo:

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