Carme ha fallecido con apenas 46 años pero en su corta vida ha dejado un legado extraordinario. Quizá podríamos ejemplificarlo, por la gravedad con la que han evolucionado ambos asuntos, en su aproximación a las relaciones de Cataluña con el resto de España y en el liderazgo por la igualdad de género. En el primer lugar, la deriva secesionista en Cataluña ha llegado a niveles insoportables, con la amenaza de un referéndum ilegal en este año que pone en tensión el Estado de Derecho que, hasta ahora, está actuando puntualmente, si bien el problema de fondo necesitará tarde o temprano de una respuesta política. Chacón siempre vivió su catalanismo enmarcado en el conjunto del país, en una España insertada en Europa, una vía por la que caminar en los próximos años. En segundo lugar, casi cada semana conocemos un nuevo asesinato machista que supone la punta del iceberg de una sociedad todavía demasiado machista. Chacón rompió estereotipos y techos de cristal en una misión al servicio no sólo de todas las mujeres, sino también de todos los hombres, que aspiramos conjuntamente a construir una sociedad con los mismos derechos y obligaciones.
En fin, Carme Chacón se ha ido y lo ha hecho en uno de los momentos más complicados de nuestro partido. Ese partido, fundado hace ya 138 años, cuyo legado ha pasado de generación en generación y que mantiene el espíritu de su fundador, Pablo Iglesias, en la lucha por la igualdad, la libertad y la solidaridad. Un PSOE que aún con el peso de los años y las cicatrices de este largo camino aspira a seguir representando esa ambición de un futuro próspero y en igualdad. Esta desgracia debe poner punto y final en las estériles disputas del presente para recuperar una fraternidad entre nosotros que se está poniendo en cuestión durante estas primarias. Confío en que sepamos analizar profundamente hasta qué punto podemos estar deteriorando la vida interna del partido con declaraciones y posicionamientos poco respetuosos y canalicemos nuestra pasión política en beneficio del partido y del país. Tal y como señaló Felipe González en el velatorio de nuestra compañera Carme: “noticias como estas nos deberían llevar a discutir de las cosas importantes».