Día de Europa

El 9 de mayo de 1950, el entonces ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Robert Schuman, pronunciaba una declaración en la que pedía la creación de una Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA), cuyos países miembros pusieran en común la producción de ambos bienes. Este discurso, popularizado bajo el nombre de Declaración Schuman, no solo sentó las bases del Tratado de París, firmado en 1951 y por el que se establecía la CECA con Francia, Italia, Alemania, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo como Estados miembros, sino que constituye el primer gran hito de la integración europea.

Hoy, 71 años después, basta con echar la vista atrás para comprender que la del proyecto europeo es una historia de éxito: de la CECA, a la Unión Europea; de aquella Europa de seis, a los veintisiete países que conforman la UE hoy día; de un proyecto concebido fundamentalmente para evitar las guerras entre europeos, al histórico paquete de recuperación para hacer frente de manera unida a las consecuencias económicas y sociales de la pandemia.

El camino, en cambio, no ha sido fácil, ni ha sido constante: como dijo Jean Monnet, padre fundador de la UE junto con Schuman, Konrad Adenauer, Altiero Spinelli o Winston Churchill, “Europa se forjará en las crisis”. Así ha sido históricamente, y así la triple crisis sanitaria, económica y social de la COVID-19 no ha sido una excepción. En el último año, la integración europea ha avanzado de manera muy significativa. Por un lado, se ha coordinado a nivel europeo la compra y distribución de vacunas. Aunque este proceso ha tenido fallos, particularmente al principio, es innegable que la situación hoy por hoy sería mucho peor si este proceso no se hubiera centralizado en la Comisión Europea. Además, las carencias y problemas de coordinación entre Estados miembros de la UE observados a principios de esta crisis sanitaria han puesto de manifiesto la necesidad de crear una Unión Sanitaria Europea. Un proyecto que la Comisión ya se ha comprometido a presentar y que verá la luz en forma de propuesta legislativa en los próximos meses.

Por otro lado, ha sido especialmente significativo para el proceso de integración europea el paso adelante que constituye la puesta en planta del plan de recuperación de la UE, formado, como sabes, por el presupuesto europeo a largo plazo 2021-2027 y por el fondo Next Generation EU, creado específicamente para responder a la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus. El programa Next Generation EU está dotado con 750.000 millones de euros, financiados mediante la emisión, por primera vez en la historia de la UE, de deuda comunitaria. Este aspecto es particularmente importante, ya que, aunque de momento está concebida con carácter temporal, esta emisión de deuda puede sentar las bases para construir un pilar fiscal europeo, del que la Unión Económica y Monetaria adolece desde su creación.

Así las cosas, hemos llegado a este 9 de mayo de 2021 en un escenario esperanzador: la UE ha respondido a la crisis económica y social provocada por la pandemia de manera coordinada y solidaria y lo ha hecho, además, con la ambición de que el impulso del paquete de recuperación no solo contribuya a reactivar la economía europea, sino que ayude a construir la Europa del mañana. Una Europa socialmente justa, climáticamente neutra, referente global en digitalización y que apueste por sus generaciones más jóvenes. Seguiremos trabajando para conseguirlo. ¡Feliz Día de Europa!

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