Buenas noticias desde Europa

El pasado martes, después de varias jornadas de negociación maratonianas, el Parlamento alcanzaba un acuerdo con el Consejo para aprobar el marco presupuestario de la Unión para el periodo 2021-27 y la emisión de deuda comunitaria del Next Generation EU. Con este pacto se viabiliza finalmente el programa de recuperación europeo, y se ponen en pie cerca de dos mil millones de euros para los próximos años.

En virtud de la literalidad del Tratado de Funcionamiento de la UE, el Consejo Europeo debe acordar el presupuesto europeo y el Parlamento puede, exclusivamente, aprobarlo o rechazarlo. Durante años, el Parlamento había amenazado con utilizar este poder de veto en multitud de ocasiones, exigiendo al Consejo una mejor dotación financiera para los programas comunitarios. Sin embargo, en el último momento, el Parlamento acababa cediendo sin hacer uso hasta ahora de esa opción de bloqueo ante la responsabilidad de dejar a la Unión sin cuentas aprobadas.  En esta ocasión, la situación ha sido distinta.

Por primera vez, el Consejo se ha avenido a negociar el presupuesto con el Parlamento, y el acuerdo se ha cerrado con 16.000 millones de euros adicionales respecto al acuerdo de la cumbre de líderes en julio.

El Parlamento ha logrado triplicar la financiación del programa para una “unión sanitaria” hasta 5.100 millones de euros, más de dos mil millones más para los estudiantes Erasmus (hasta los 23.400 millones), y cuatro mil millones adicionales para las políticas de investigación (Horizonte Europa), hasta cerca de ochenta mil millones. Además, se refuerza el programa de cultura, Europa creativa, hasta los 2.400 millones y la ayuda humanitaria para superar los diez mil millones.

Lamentablemente, los diputados de las regiones en transición energética no hemos logrado doblegar al Consejo en los números destinados al Fondo de Transición Justa, que se quedan en los 17.500 millones de euros. La posición del Parlamento casi duplicaba esa cifra. En todo caso, sigue la abierta la posibilidad de que los Estados refuercen esos fondos con financiación procedente de las políticas europeas de cohesión y mediante los recursos del programa de recuperación y resiliencia, puesto en pie para combatir la recesión derivada de la pandemia. Y se siguen negociando los dos pilares adicionales del Mecanismo de Transición: el instrumento de préstamo para el sector público y la ventanilla singular en el InvestEU, antiguo plan Juncker, para inversiones empresariales. En este sentido, el Parlamento ha reforzado también el InvestEU con mil millones de euros adicionales.

Con este acuerdo, que se suma al pacto alcanzado la semana pasada por Consejo y Parlamento sobre la condicionalidad democrática para la recepción de fondos -un reglamento para combatir las sendas iliberales de gobiernos como el polaco o el húngaro-, el camino hacia la materialización de la histórica estrategia europea de recuperación sigue despejándose. En estos momentos, sólo queda pendiente el texto legal para transferir los fondos del programa de recuperación y resiliencia a los Estados. Esta misma semana se inician las negociaciones interinstitucionales, que deberían concluirse antes de final de año, para disponer de todo el cuadro financiero a fecha 1 de enero de 2021.

A estas buenas noticias se unen la victoria de Joe Biden en Estados Unidos, que abre una ventana de esperanza en la esfera internacional, y los avances en el desarrollo de una vacuna contra este coronavirus. Por lo demás, informar que ayer el Parlamento validaba el trámite de urgencia para permitir que los Estados puedan eliminar el IVA del material sanitario ligado al virus, incluyendo las mascarillas.  No deja de sorprenderme el debate nacional sobre los precios de las mascarillas sin que nadie tenga presente esta posibilidad que se concretará en los próximos días. En fin, seguimos trabajando para que este sombrío 2020 termine con noticias positivas que nos inviten a entrar con esperanza en el nuevo año 2021.

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