Buenas noticias europeas para Asturias

El Parlamento Europeo, representante de la ciudadanía de la UE, y el Consejo de la Unión, en nombre de sus Estados miembros, cerraron la pasada semana varios acuerdos en torno a distintas leyes comunitarias vitales para nuestra región. El trabajo en los últimos meses no ha sido sencillo. En algunos casos, de hecho, ha sido muy complicado. Pero ha merecido pena a la vista de los pactos alcanzados, que se plasmarán próximamente en el “boletín oficial de la Unión Europea”.

En la madrugada del 13 de diciembre, se cerró el acuerdo para la entrada en vigor del ajuste en frontera al carbono importado, más conocido como arancel ambiental, exigencia de largo recorrido de los socialistas en el Parlamento, incorporada a la agenda de la Comisión durante la negociación de investidura de Ursula von der Leyen en 2019. Con este nuevo instrumento se pretende acabar con la competencia desleal de la industria de terceros países, que producen y venden en Europa sin una regulación ambiental equivalente a la nuestra, y, con ello, incentivar a esos propios países a avanzar por la senda de la descarbonización a nivel global, que lidera la UE.  La negociación interna en el Parlamento ya fue compleja, aunque no tanto como la revisión del mercado europeo de carbono, que señalaré a continuación.

En todo caso, pasadas las dos de la madrugada del día 13, Parlamento y Consejo alcanzaban un buen acuerdo para ampliar los sectores cubiertos por el “arancel” (hierro y acero, aluminio, cemento, fertilizantes, electricidad o hidrógeno), adoptar una gestión centralizada de esta nueva tasa, e iniciar el trabajo administrativo y burocrático para actualizar nuestras aduanas. Se aprobaba también la implementación del mecanismo de ajuste ya desde 2023, con una introducción que será progresiva. Quedaba pendiente, en todo caso, en aquella madrugada la negociación sobre la retirada del reparto de los derechos gratuitos de emisión, que habría que acordar en el texto de revisión de los “ETS”, es decir, del mercado europeo de carbono.

La tramitación de ese dossier contaba con múltiples aristas. En primer lugar, la propuesta inicial de la Comisión plateaba fijar una tasa por las emisiones a las viviendas y al transporte, opción que el Parlamento había limitado por su efecto distributivo sobre las capas más humildes. Por otra parte, fijaba esa reducción del reparto de derechos de emisión gratuita para la industria, que fue muy controvertida y requirió la repetición de la votación en el pleno del Parlamento ante las excesivas ambiciones climáticas de buena parte de mis colegas del comité de Medio Ambiente. Esta posición, que se salvó a última hora y por apenas media docena de votos, contrastaba con el calendario más pragmático del comité de Industria. Y, finalmente, se abría el debate sobre la necesidad, no sólo de igualar la capacidad competitiva de la industria europea frente a las importaciones, sino también la de nuestras exportaciones, que deben hacerse un hueco en el mercado global, frente a las de otras empresas de terceros países.

Pues bien, el acuerdo final, de la madrugada de este pasado sábado, mantiene esa ampliación de los derechos a viviendas y transporte, pero con un calendario muy suavizado, e incluye la creación de un nuevo Fondo Social del Clima -que ya estaba sobre la mesa- para ayudar a los hogares más humildes. Fija además un calendario de reducción de derechos gratuitos razonable que da certidumbre para acometer las inversiones para descarbonizar nuestra industria y, si bien no se ha cerrado esa exención ambiental a las exportaciones, se ha aprobado un paquete de ayudas especiales en ese ámbito y se emplaza a la Comisión a proponer un nuevo texto legislativo para abordar esta cuestión antes de 2025. Así pues, un buen acuerdo para el corazón industrial de Asturias.

Por último, en el día de ayer conocíamos la aprobación final por parte de la Comisión Europea del Plan de Transición Justa de España. Este Plan traerá nuevas ayudas directas para Asturias y financiación adicional para nuestras empresas. Queda pendientes de la aprobación de las autoridades de Competencia de los planes de modernización de Arcelor Mittal vinculados al hidrogeno verde, cuyas partidas financieras están ya consignadas. Confió en que no se demoré demasiado. y que a lo largo del próximo enero la certidumbre para la transición ambiental de Asturias sea plena.

En fin, concluimos un año clave para el futuro de la región, en la que los políticos del Parlamento y del Consejo hemos trabajo a fondo, con el apoyo siempre leal de los funcionarios de la Comisión. Con su respaldo técnico e implementando las decisiones políticas.

¡Que parece que hay quien confunde los papeles de cada institución en las negociaciones comunitarias!

Felices Navidad y un mejor 2023, año en el que seguiremos trabajando incansablemente por Asturias desde la UE.

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