«Sin Europa y sin el BCE estaríamos sufriendo una salida masiva de capitales»

Luis Gancedo, Oviedo.

Jonás Fernández Álvarez (Oviedo, 1979), economista, eurodiputado y portavoz socialista en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Cámara de Estrasburgo, ha participado en el diseño de una propuesta de plan europeo «de reconstrucción» tras la crisis del coronavirus que forma parte de los debates y negociaciones que se desarrollan en las instituciones comunitarias en busca de una respuesta paneuropea a los impactos de la pandemia. El más reciente intento de concertar una estrategia compartida por los países se saldó con un nuevo fracaso en la reunión de los ministros de Economía del euro (Eurogrupo), que hoy vuelven a intentarlo.

-Los gobiernos siguen sin ponerse de acuerdo para dar una respuesta mancomunada a la crisis. Durante la Gran Recesión se justificaban las resistencias del Norte alegando el riesgo moral – alguien asume un riesgo y luego pagan otros – , algo que raramente se podría argumentar esta vez. ¿Qué justificación tienen actitudes como la de Holanda, percibidas como puramente insolidarias por muchos ciudadanos del Sur?

-Debemos clarificar que ya está habiendo una respuesta mancomunada, pero aspiramos a que sea más importante. La Comisión ha creado un fondo de urgencia con 37.000 millones para sufragar los gastos de los estados en material sanitario e investigación médica. Además, ha revisado la aplicación de la regulación de ayudas de Estado para permitir la capitalización pública de empresas, y ha puesto en cuarentena el pacto de estabilidad y crecimiento, para permitir que los estados incurran en los déficits públicos que sean necesarios. Estas dos últimas medidas tendrían poco sentido sin el compromiso del Banco Central Europeo (BCE) para adquirir 750.000 millones de euros de deuda, rebajando la calidad del colateral y aplicando una flexibilidad total. Así pues, mientras avanzan las negociaciones para adoptar una mutualización por el lado fiscal, hay que saber que está habiendo una mutualización de facto por el lado monetario. Y deberíamos recordar que sin la UE y sin el BCE España estaría sufriendo una salida masiva de capitales, tendría dificultades infinitas para financiarse en los mercados y estaríamos en un proceso de devaluaciones amplias, con efectos catastróficos sobre el país. Estamos, sin duda, en un momento muy complicado, pero sin el euro el escenario sería dantesco. Es necesario tenerlo presente.

-El Eurogrupo tiene sobre la mesa un plan fundamentado en tres mecanismos financieros (préstamos del MEDE, garantías del Banco Europeo de Inversiones, BEI, y liquidez para pagar las prestaciones de desempleo) por valor superior a 500.000 millones. ¿No es suficiente?

-Las personas afectadas por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y las empresas que estos días negocian avales con los bancos deben saber que tras la Seguridad Social y el Instituto de Crédito Oficial están la Comisión Europea y el BEI. Sus respaldos, junto a las comentadas previamente y la acción del BCE, están permitiendo financiar todo lo que los estados miembros han puesto en marcha. Y sobre estas dos medidas adicionales hay acuerdo en el Eurogrupo. En todo caso, no es suficiente.

-¿En qué punto está la discusión?

-Las cuestiones pendientes son la activación del MEDE, con unos 200.000 millones de euros, y el diseño de un «recovery plan» (plan de recuperación). Las diferencias están así: Holanda quiere condicionalidad (obligación del país acreedor de hacer ajustes y reformas) por los créditos del MEDE a medio plazo. Está dispuesta a eliminar la condicionalidad para los gastos derivados directamente del coronavirus, pero no para los esfuerzos de reconstrucción posteriores. Italia, España y Francia quieren que no haya condicionalidad alguna y además diseñar un plan de recuperación sobre la propuesta francesa que emita deuda sustentada con recursos propios de la UE. Alemania lo acepta, pero solo dentro del marco presupuestario plurianual de la Unión, y hay dudas en ese caso sobre el volumen total que se podría movilizar. Holanda no quiere un plan conjunto.

-El BCE ha reaccionado con contundencia, tras alguna tibieza inicial. ¿Bastará con su intervención para evitar el riesgo de otra crisis soberana e incluso de ruptura del euro?

-El BCE ha despejado de momento cualquier tensión sobre las primas de riesgo y rebajado los costes de financiación de los estados. El volumen de compra de deuda previsto podría ser suficiente hasta final de año. Más allá no sabemos. Esto está bien y es necesario, pero ha rebajado la presión para mutualizar por el lado fiscal. Luego, no habrá ruptura mientras el BCE actúe, pero no debería ser la disculpa para no acordar en materia fiscal.

-Ha participado en la propuesta de un fondo de reconstrucción cuyo diseño parece orientado además a suavizar la resistencia del Norte. ¿Cuáles son sus claves y qué potencia económica debería tener?

-Los avales del BEI, la cobertura europea de los seguros de desempleo y la activación del MEDE suponen herramientas de liquidez a los estados, junto a las compras de deuda del BCE. Esto permitirá que financien sus políticas, pero elevarán, obviamente, sus deudas, aunque con sus socios comunitarios. Cuando la crisis sanitaria amaine, habrá que implementar un programa de inversión que no debería pasar por engordar aún más las deudas nacionales, es decir, que no debería ser liquidez sino inversión directa. Este instrumento se puede diseñar en el ámbito del presupuesto plurianual (2021-27) que está siendo negociado en estos momentos, pero necesitaremos más margen de apalancamiento. Y obviamente esa deuda europea, deuda común, debe contar con un colateral que pasa por recursos propios o elevar las contribuciones o garantías de los estados. Este programa es lo suficientemente ambicioso como para requerir tiempo de negociación. Las cuantías podrían oscilar entre 1 y 1,5 billones de euros, es decir, entre el 100% y el 150% del PIB de España, que es lo mismo que duplicar el presupuesto de la UE.

-¿Sería posible una recuperación rápida en países como España sin una acción fiscal potente desde Europa?

-No. Y sin Europa la caída en estos momentos estaría siendo brutalmente mayor.

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