Todo mi apoyo al Padre Ángel, presidente de Mensajeros de la Paz, con quien mantuve una reunión esta semana en Bruselas para tratar del drama de los refugiados. Desde el 1 de enero más de cuatrocientas personas que huían del conflicto sirio han muerto en la travesía entre Turquía y Europa. Una tragedia, la de los refugiados, cuya solución urge para que el tan europeo Mediterráneo no se convierta en el cementerio más grande del mundo.
Foto: Recibiendo la Paloma de la Paz de manos del Padre Ángel.